La fotografía gastronómica es una de las tipologías del arte fotográfico más extendida en la última década. Quien más y quien menos, ha realizado alguna instantánea a un plato elaborado en casa, servido en un restaurante o a unas frutas y verduras mientras pasea por un mercado.

Por esto, en el Espacio 360º de nuestro supermercado masymas en intu Asturias hemos contado con la presencia de Ana López, alma mater de Seny Foto, que compartió con nosotros sus trucos para elaborar las mejores fotografías de producto gastronómico con tan solo seguir una serie de pautas básicas.

1. Di no al flash

No uses nunca el flash. La luz del flash no es nada favorecedora para la comida, así que desactívalo y olvídate de él. Tampoco fotografíes a pleno sol, produce sombras muy marcadas y, al igual que con el flash, una luz tan dura no enriquecerá la fotografía de la comida.

2. Apaga la luz

Los focos, fluorescentes de la cocina y todo tipo de iluminación artificial no es la más adecuada para fotografiar nuestros platos. Haz todo lo posible por hacer la foto con luz natural, suave y difusa. Por ejemplo, a la sombra o cerca de una ventana con un visillo. Tus fotografías de alimentos mejorarán muchísimo solo con elegir el tipo de luz adecuada.

3. Estudia tu cámara

Aunque sea la del teléfono móvil. De nada sirve la tecnología si no la sabemos utilizar. Si dejamos que la cámara tome todas las decisiones, lo más probable es que no logremos resultados esperados.

10 trucos para hacer las mejores fotografías gastronómicas

4. Enfoca tu meta

Es primordial saber cómo enfocar y dónde situar el enfoque. Haz pruebas con tu cámara para saber justo en qué zona u objeto situar la atención. Las cámaras y los teléfonos móviles tienen múltiples formas de enfocar según sea la situación, y no todos los modos de enfoque son los más adecuados para la fotografía de producto gastronómico.

5. Lo más caro no es lo mejor

No te obsesiones con la tecnología, cámaras último modelo, objetivos carísimos y programas de edición. Solo nos serán de utilidad si sabemos cómo y para qué utilizarlos. Ninguna cámara réflex nos dará los resultados que buscamos hasta que no la utilicemos en modo manual.

6. Conoce al modelo

Si te gusta cocinar, lo tendrás mucho más fácil. Seguro que sabes los tiempos que tarda la comida en perder su aspecto apetecible o cómo presentar el plato de la forma más adecuada.

7. Cuida el escenario

Cuidado con los accesorios. Vajilla, platos, manteles… Deben acompañar al protagonista, que siempre es la comida, pero no competir en atención. Si no tienes clara la combinación de colores, usa neutros como el blanco o el crema, son perfectos para que no distraigan ni le resten protagonismo a la comida.

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8. Experimenta

Muévete, adelante y atrás, arriba o abajo. Hay múltiples puntos de vista desde donde colocarnos para fotografiar un plato de comida. Desde casi a “ras de mesa” hasta cenital o desde arriba. Hay muchos puntos intermedios para probar.

9. Adios filtros

La fotografía de comida debe reflejar la realidad de la forma más natural posible. Un filtro o retoque excesivo en un programa de edición nunca arreglará una mala foto. Lo más importante son las decisiones que tomas antes de apretar el botón de disparar.

10. Estudia

Aprende lo básico de fotografía. Es una disciplina que puede parecer un poco difícil al comienzo porque une tecnología y creatividad pero, poco a poco, se pueden lograr avances muy espectaculares. Es muy satisfactorio y divertido. ¡Te aseguramos que lo vas a pasar en grande!

Fotografías Instagram |  María José González (@merillou).