¡Es increíble todo lo que se puede hacer con puré de patata! Para demostrarlo, Maggi nos propuso un taller en el Espacio 360° donde pudimos aprender cuatro sorprendentes recetas, todas ellas deliciosas y, sobre todo, muy sencillas.

Para comenzar, el «Aperitivo de guacamole y puré de patatas con langostinos«. Una entrada bastante completa ya que conjuga los nutrientes necesarios para un almuerzo equilibrado. El aguacate nos aporta grasas cardiosaludables; el tomate y el limón contienen vitamina C, que ayuda a la absorción del hierro de los langostinos; y el puré de patata, además de suavizar la textura, es rico en hidratos de carbono.

Continuamos con la «Tortilla de patata, cebolla y jengibre«. ¡Una auténtica sorpresa!  Y un clásico en la cocina española que podemos simplificar utilizando puré de patata para evitar la fritura de ésta última. ¿El resultado? Un plato menos calórico que su versión con patata frita pero tan rico como ésta. Además de la proteína del huevo, el puré de patata aporta hidratos de carbono y, aunque con la cebolla ya estamos incluyendo alimentos del grupo de las verduras y hortalizas, la cantidad que se le añade a la tortilla es mínima y no llega a cubrir una ración, de ahí que aconsejemos acompañar esta magnífica receta con una refrescante ensalada vegetal.

El plato fuerte del día fue el «Pastel de carne y verduras«. Esta elaboración cumple con la estructura del plato saludable* ya que la berenjena y los champiñones forman parte del grupo vegetal, el puré de patata nos cubre los hidratos de carbono y la carne (que también podemos usar de pollo, pavo, pescado, o incluso opciones vegetarianas como soja texturizada) sería la parte proteica. El único aspecto que podría limitar un poco su consumo sería el abuso de la bechamel a la hora de recubrir el pastel. Si en nuestra alimentación tenemos que controlar las grasas, podemos prescindir de ella, ya que al cocinar estamos usando aceite de oliva. El queso también puede ser un punto de inflexión, por lo que podemos elegir uno bajo en grasa y sal, y poco procesado.

Por último, las «Croquetas de puré«. En este caso, sustituimos la clásica bechamel de las croquetas por un puré de patata que hayamos elaborado con textura gruesa y espesa. Esto hace disminuir las kilocalorías del plato, aunque ciertamente el acabado es frito, por lo que el consumo debe ser moderado y ocasional. Sería aconsejable acompañarlas con opciones vegetales en las que podamos evitar añadir grasa como, por ejemplo, al horno o al vapor. ¡Cuidado si elegimos ensalada ya que, con el aliño de aceite, a veces nos pasamos! Recuerda emplear una cuchara para calcular las cantidades.

A continuación, una receta mejorada con bacalao:

*Durante la jornada, las personas asistentes aprovecharon para hacer preguntas acerca de la mejor combinación de alimentos y les explicamos la estructura del plato saludable, en la que el 50% deben ser verduras y hortalizas, el 25% hidratos de carbono y el otro 25% proteínas (animales o vegetales).