Que tu alimentación es lo masymas importante sea el lema de nuestros supermercados no es casualidad. Un motivo más que sobrado para tener en cuenta las demandas de nuestros clientes a la hora incorporar nuevos productos a nuestros lineales. Personas con una tendencia clara a llevar una alimentación sana y equilibrada.

No es de extrañar que el consumo de  productos ecológicos aumenta cada año. Tal es así que la incorporación a la cesta de la compra de este tipo de productos se haya incrementado en un 4% desde 2011.

Hablar de productos ecológicos no implica tan solo el grupo de frutas y verduras, aunque son los productos más demandados y consumidos, debido al auge de los conocidos como huertos urbanos, pequeños espacios verdes destinados al autoconsumo, cada vez más presentes en las azoteas de las grandes ciudades.

Por norma general, el cultivo sigue métodos naturales, sin modificaciones genéticas y con un gran respeto por la sostenibilidad medioambiental, ya que no se utilizan pesticidas. Esto repercute en el alto contenido en vitaminas y otro tipo de nutrientes que complementan la dieta, por no hablar de su sabor, que siempre será más intenso y auténtico.

Al no utilizar pesticidas, hay quien considera que pueden estar desprotegidos ante microorganismos patógenos y microtoxinas. Ante este temor, los agricultores biológicos se defienden argumentando que «los productos convencionales contienen pesticidas y medicamentos que no son inocuos ni aunque se respeten los límites legales». Lo cierto es que los últimos análisis de la OCU no han detectado mayor número de microtoxinas que en otras ocasiones Pero aunque no se puede asegurar que sean peores, tampoco se puede decir que son más saludables: «No hay evidencias suficientes para asegurar que los productos ecológicos sean más sanos. Nuestro último análisis reafirma esta idea: no existen grandes diferencias entre las propiedades nutritivas de un producto ecológico y las de uno convencional», explican desde la Organización. Y concluyen: «Las evidencias científicas no inclinan la balanza a favor de ninguno de los dos bandos».

Tanto los productos agrícolas ecológicos como la carne ecológica ofrecen una alternativa tecnológica para hacer su práctica armoniosa con la naturaleza y es claramente una formula rentable para los sectores que han decidido elaborar productos naturales con métodos orgánicos, eliminando además los riesgos que los productos químicos contenidos en los alimentos de producción tradicional tienen para la salud de la población.

Diversos estudios han puesto de manifiesto la mejor salud que generan los productos orgánicos en la cría de animales comparando diversos parámetros entre especímenes alimentados con alimentos ecológicos y otros con alimentos convencionales.