La cafeína fue descubierta en 1819 por Friedrich Ferdinand Runge, un químico alemán que acuñó el término Koffein para designar a un compuesto químico del café, un alcaloide de color blanco y sabor amargo que actúa como estimulante. Es una sustancia que elimina la somnolencia, restaurando los niveles de alerta en nuestro sistema nervioso central. La cafeína se encuentra en más de 60 especies de plantas, en sus hojas y frutos actuando como un pesticida para los insectos.

Planta de Guaraná

La planta que más cafeína contiene es el guaraná, un estimulante natural en cuyas semillas se encuentra la sustancia, que es conocida como guaranina. Le sigue el café, que contiene este alcaloide en sus granos. También posee cafeína el mate, cuyas hojas sirven para elaborar estimulantes; con el , con el que también se realizan infusiones; y con el cacao, a partir del cual se produce el chocolate.

¿Cómo actúa en nuestro organismo?

La cafeína ha llegado a ser definida como la droga más aceptada socialmente y la menos perjudicial. En su origen es un alcaloide como lo son la morfina, la cocaína o la nicotina. ¿Puede llegar a crear adicción? Sí es cierto que en algunas personas acostumbradas a tomarla pueden sufrir síndrome de abstinencia al dejar de hacerlo. Para que esto ocurra habría que consumirla de manera muy regular y en cantidades importantes.

Su valor nutritivo es muy escaso aunque contiene, en cantidades muy bajas, potasio, magnesio y vitaminas. Sin embargo, no se acumula en nuestro organismo sino que se elimina a través de la orina, más o menos, a partir de las tres horas desde su consumo.

La cafeína pertenece al grupo de las xantinas, sustancias que estimulan el cerebro. Al consumirla, acentuamos la actividad intelectual y la atención e incrementa los niveles de adrenalina. También estimula el corazón, incrementando la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Incluso puede ser utilizada como analgésico aliviando los dolores de cabeza. Además, incrementa la resistencia física por lo que es aconsejable en entrenamientos de larga duración. La cafeína estimula nuestro cerebro de manera que nos ayuda a estar más alerta y aumenta nuestra actividad mental.

Café

En contrapartida, puede llegar a provocarnos insomnio, irritabilidad, nerviosismo… Así pues, su consumo está desaconsejado en situaciones de estrés o si se padece insomnio o depresión. Los efectos derivados de la cafeína dependerán, lógicamente, del hábito que se tenga a su consumo. Quienes estén acostumbrados a tomar más de tres tazas de café al día no sentirán ese efecto estimulante en su organismo ya que su cuerpo se ha habituado a esas dosis. Sin embargo, si no se tiene la costumbre de ingerir bebidas con cafeína sí se notarán los efectos secundarios si aumentan su consumo. Aún así no es aconsejable superar los 300mg de cafeína al día, lo que viene a equivaler a unos cuatro cafés. Un consumo excesivo, especialmente si no se está acostumbrado, podría provocar náuseas, ansiedad, temblores, dificultad para dormir…

¿Los niños no pueden tomar cafeína?

No hay estudios que demuestren que un consumo dentro de unas dosis normales de cafeína provoque en los niños reacciones adversas, hiperactividad o nerviosismo. Son los padres quienes deben aplicar el sentido común a la hora de ofrecer a sus hijos bebidas refrescantes con cafeína.

¿Durante el embarazo no se puede consumir cafeína?

Un consumo moderado no provoca efectos adversos en las mujeres embarazadas ni siquiera afecta a la fertilidad.

¿La cafeína aumenta el riesgo de hipertensión?

Un consumo moderado de cafeína aumenta la tensión aunque durante un corto espacio de tiempo y sin llegar a afectar a nuestra salud.

¿La cafeína puede llegar a causar osteoporosis?

Cierto, pero con matices. Para que el consumo de cafeína afecte a la pérdida de hueso debe existir un consumo continuado y alto, lo que puede provocar una mala absorción del calcio.