Términos como slow food o fast food se han integrado últimamente en nuestro vocabulario diario, ¿lo has notado? Se trata de expresiones que tienen mucho que ver con la comida, pero sobre todo con la forma en la que nos relacionamos con ella y su impacto en nuestra salud. Si te interesa aprender más sobre este tema, ¡no te pierdas este artículo!

¿Qué es la fast food?

Si tienes alguna noción de inglés, ya sabrás a qué se refiere este concepto. Se trata de lo que se conoce como «comida rápida». Es decir, son productos que ofrecen rapidez e inmediatez, en su preparación y consumo; y precios baratos. Los lugares donde se consume también acostumbran a tener flexibilidad de horarios y ambientes diseñados para que las estancias de los clientes sean breves.

El aspecto menos positivo viene de la parte de su composición. Y es que, su aporte nutricional no resulta del todo beneficioso para nuestra salud. No está mal querer consumir hamburguesas, pizzas, patatas fritas o bollería industrial de vez en cuando, el problema está en que sean estos productos los que sustituyan a alimentos que son básicos en nuestra dieta y mucho más saludables.

comida rápida

Características de este tipo de productos

¿Cómo reconocer la fast food? Aquí tienes algunas características que te ayudarán con ello:

  • Su aporte de vitaminas y fibra es escaso o, incluso, inexistente.
  • Tienen una gran cantidad de calorías
  • Entre sus ingredientes se encuentran en una gran proporción las grasas saturadas, los azúcares simples y las proteínas de origen animal.
  • Por último, también poseen multitud de aditivos y otras sustancias químicas que funcionan a modo de colorantes, conservantes y potenciadores del sabor.

¿Qué es la slow food?

En contrapartida a la fast food, nace lo que se ha acuñado como slow food. Sí, se trata de comida más natural, casera y saludable, pero no es solo eso. La slow food pone el foco en lo que verdaderamente te empuja a consumir comida rápida: el estresante y ajetreado mundo en el que vivimos.

En este contexto, la slow food reivindica un estilo de vida basado en el consumo sostenible y de calidad. Para practicarlo, deberás elegir productos de origen natural, recetas caseras y sabores naturales. No obstante, lo más importante es renunciar a las prisas y tomarse la vida con más calma.

slow food y la fast food

Características de la slow food

Dentro de las características de este tipo de comida destacamos las siguientes, ¡toma nota!:

  • Son productos naturales y frescos, como los pimientos o el salmón.
  • Su aporte en vitaminas y fibra es elevado.
  • No contienen aditivos ni otras sustancias químicas.
  • Tienen un sabor natural.

Diferencias entre la slow y la fast food

Las principales diferencias, más allá de los tipos de productos que componen cada grupo, pueden resumirse en tres puntos. Te los contamos a continuación:

  • El modo de vida

Como hemos mencionado, se trata sobre todo de estilos de vida diferentes. En un extremo las prisas, la rapidez y la inmediatez a toda costa; en el otro, la lentitud, el disfrutar de la comida, el cariño y el tomarse tiempo para cuidarnos.

slowfood

  • La calidad de los ingredientes

La diferencia en la calidad de los ingredientes entre una y otra es notable. En la fast food sabemos a ciencia cierta que poseen azúcares innecesarios y sabores que resultan adictivos y no naturales.

Sin embargo, la comida que preparas en casa con ingredientes naturales de calidad comprados en tu local de confianza, como masymas supermercados, está cargada de nutrientes y sabor verdadero.

  • La salud

La comida tiene un impacto directo en nuestra salud, para bien y para mal. Por eso, debemos ser siempre conscientes de lo que estamos ingiriendo. En este sentido, abusar de la comida rápida nos puede llevar a desarrollar diferentes enfermedades, como las cardiovasculares, o problemas digestivos. Asimismo, es una de las principales causas de la obesidad y el sobrepeso.

Por otra parte, hacer que los alimentos naturales sean la base sólida de nuestra alimentación nos ayudará a tener una mejor salud y a vivir más años con una mejor calidad de vida.

Consejos para practicar la slow food

¿Te animas a ser más consciente de tu alimentación y tu estilo de vida? ¡Fantástico! Para facilitarte las cosas, estos son algunos de los consejos y recomendaciones que te pueden servir de guía para, poco a poco, ir alcanzando tus objetivos.

  • Procura consumir frutas y verduras de temporada. No solo son más baratas, saben mejor y tienen más nutrientes, sino que también estarás contribuyendo al bienestar del planeta con tu decisión.
  • ¡No renuncies a la comida que te gusta! Hay platos deliciosos que puedes seguir disfrutando si lo haces de la forma adecuada. En vez de comprar los precocinados o ir a un establecimiento de comida rápida, te animamos a que prepares tus propias creaciones. Si necesitas inspiración, puedes consultar recetas de pizza vegana o de lasaña. ¡Son riquísimas y muy saludables.

slow food y la fast food

  • No pasa nada por recurrir a la fast food de vez en cuando. Sabemos que comer hamburguesas o pizzas forma parte de la socialización, así que no te sientas mal por caer en la tentación si te invitan a cenar. Simplemente, ten en cuenta que esto debe ser una excepción en tu rutina diaria.
  • Considera tener tu propio huerto. Quizás no dispongas de mucho espacio en casa, pero incluso en los lugares más reducidos puedes tener tu pequeño rincón de hierbas aromáticas. El perejil o el cilantro son estupendas opciones para empezar.
  • En la variedad está el gusto. Una buena alimentación se consigue comiendo sano, variado y equilibrado. Prueba nuevos productos, alimentos y experimenta en la cocina.

Esperamos que ahora tengas más claro en qué consiste la fast food y la slow food. Usa nuestros consejos y toda la información de este artículo para empezar a cambiar tu vida y sentirte mejor gracias a la comida natural y de calidad. ¿Cocinamos?