Diferenciar el buen vino de otros que forman parte de una cata no es fácil para la mayoría de nosotros. Si te interesa el mundo de los vinos, seguro que ya conoces la calidad de los caldos de la Denominación de Origen Rioja y sus características organolépticas propias, que te permiten reconocerlos sin problemas por su gran calidad. Pero, ¿cómo puedes identificar otros buenos vinos fácilmente? Te explicamos los pasos a seguir.

¿Qué es un buen vino? Diversidad de opiniones

Si estás haciendo una cata con un grupo de gente, seguro que no os será difícil llegar a consensuar vuestras opiniones sobre si un vino es bueno o no. Lo que ya os resultará más difícil es poder decir hasta qué punto es bueno.

En esta situación, no podemos olvidar que la valoración sobre el vino que hace cualquier persona depende sobre todo de su paladar. Por lo tanto, es imposible que todos tengamos la misma opinión.

Una buena opción es tener en cuenta la opinión que los expertos en vino han expresado sobre el caldo que vas a tomar, pero esto no garantiza que te vaya a gustar y que lo vayas a apreciar igual que ellos o que el resto de tus compañeros de una cata en grupo.

Patrones de calidad para un buen vino

Independientemente de las opiniones que tengas sobre un vino a nivel personal, sí que es importante que tengas en cuenta los conocidos como patrones de calidad de un vino. Es decir, aquellas condiciones que debe cumplir para que la mayoría de personas lo consideren de calidad positiva.

1. El equilibrio

Para que puedas considerar que estás tomando un buen vino, debes tener en cuenta que tenga una relación equilibrada entre sus elementos esenciales: el alcohol, el dulzor, la acidez y el tanino. Ninguno de ellos debe sobresalir por encima de los otros para conseguir un vino equilibrado que maride correctamente con la mayoría de platos.

2. La longitud

Un vino largo en el paladar es el que es intenso y su sabor está presente en toda la lengua, la cavidad bucal e, incluso, después de haberlo tragado. En caso contrario, puedes encontrarte con un vino corto, que pierda intensidad muy rápidamente aunque te haya impresionado al principio.

3. La profundidad

Se trata de un factor importante para decidir si un vino es de calidad, pero también representa un problema para quien quiere valorarlo, ya que su apreciación es subjetiva.

Un vino es profundo cuando tiene capas de sabor, y no se aprecia en una única dimensión en boca. En cambio, es plano cuando no sabe a nada. Para conseguir esta profundidad, es indispensable que el vino tenga el equilibrio de todos sus elementos que hemos explicado antes

4. La complejidad

Para detectar un buen vino, también debes tener en cuenta su complejidad. Es decir, que al tomarlo notes que te ofrece continuamente diferentes aspectos sobre sí mismo. Un vino que te descubra cosas será siempre de mejor calidad que otro más simple y directo.

5. El carácter.

Un vino de alta calidad se diferencia de los otros por su personalidad. Es decir, cuenta con rasgos propios que le confiere su terruño, como su aroma o la mineralidad. Estas características tan especiales son siempre fruto de aspectos como la variedad de uva usada o la región en que se han cultivado

¿Te animas a aprender todas estas características? Son una excelente manera de que puedas diferenciar el buen vino de otras propuestas que puedas saborear, siempre teniendo argumentos sólidos para defender tu opinión ante otras personas que puedan estar haciendo una cata de vinos contigo.