Como cada año, uno de los propósitos más habituales es perder el peso de más que hemos cogido en estas fiestas. Nada mejor que buscar el modo de tratarnos un poco mejor a nosotros mismos: nos apuntamos al gimnasio, cuidamos un poco más nuestra alimentación, nos hidratamos mejor, etc. Por este y otros motivos recibimos la visita de Olga Deleito, de ‘La Botica de Teté’, en el Espacio 360º de nuestro supermercado en intu Asturias.

Esta farmaceútica y nutricionista asturiana, fue la encargada de comentar de forma práctica lo que realmente hacemos bien y lo que, aunque pensemos que es bueno y sano, no lo es. A continuación, un breve resumen de su charla:

«Lo primero es tener en cuenta que dependiendo de nuestro “grupo de edad”, ya que nuestro cuerpo tendrá unas necesidades específicas. Por ejemplo, los bebés y niños hasta la edad adolescente, necesitan mucha cantidad de nutrientes, ya que su cuerpo se está formando y creciendo constantemente. En la edad adulta existe una regla básica de 1200 kcal. de consumo diario para las mujeres y de 1800 kcal. en el caso de los hombres. Realmente, en este momento nuestros gustos y costumbres nutricionales ya están instauradas, y es por eso por lo que nos resulta tan difícil hacer dietas nutricionales en las que se nos cambia mucho la alimentación. Además, tenemos que tener en cuenta el gasto energético de cada persona en particular, puesto que incluso la persona que está 8 horas trabajando sentado detrás de un ordenador está quemando calorías; es más, precisamente el cerebro es el órgano que más energía gasta a lo largo del día, ya que no descansa nunca, ni cuando dormimos. El cerebro constantemente está recibiendo información y además, sólo se alimenta de azúcares. Únicamente en casos excepcionales se puede alimentar de cuerpos cetónicos, pero no durante mucho tiempo.

El otro grupo poblacional serían los mayores, los cuales tienen unas necesidades mucho menores ya que su cuerpo sólo tiene que mantenerse, y debido al desgaste de toda su vida, este mantenimiento se realiza de forma muy lenta, ya que el cuerpo funciona más lentamente y de peor manera (la elastina pierde elasticidad, la capacidad de reproducción celular se enlentece y lo hace con muchos errores, los huesos van perdiendo de masa ósea…)».

En el taller se hizo la compra y se analizaron los carros. En uno de ellos, el carro A se realizó una compra de una persona adulta, mientras que el carro B estaba más enfocado en la alimentación que tienen actualmente nuestros mayores.  

Carro A. Personas jóvenes

«Vamos a ir viendo la compra que tenemos en el carro como una alimentación de nuestro día a día. Lo primero es el desayuno, y para ello había pensado en tomar un café molido con leche desnatada y he cogido unas galletas digest y unos bizcochos que contienen 8 cereales y chlorella. Pues bien, suponiendo que no tenga ningún problema de salud, la idea de eliminar la grasa de la nata no es mala, ya que la ingesta necesaria de lípidos no es tan alta, y existen muchas otras formas de ingerirlos. ¿Cuál es el “problema”de este tipo de leches? Pues bien, que al eliminarle la nata se eliminan todas las sustancias grasas que contiene la leche, y con ellas se van las vitaminas liposolubles, por lo que las características nutricionales de este tipo de leches no es como la conocemos. Por otro lado, las galletas digest nos dan la idea de que nos activan las digestiones para que sean más eficientes, sin embargo, la diferencia que podemos ver en la etiqueta con respecto a la cantidad de fibra no es tan alta en relación con las galletas María de toda la vida. Pensé alternar con un bizcocho que contiene 8 tipos de cereales y chlorella. Pues bien, el que contenga 8 tipos de cereales lo que nos ayudará será a obtener más fibra siempre y cuando exista una mayor cantidad en peso de estos cereales. La chlorella, para los que no lo sepan, es uno de los superalimentos de moda. Es un alga que ciertamente contiene una gran cantidad de vitaminas y minerales, pero tienen un problema; y es que las algas son plantas marinas que tienden a acumular muchos metales pesados, entre ellos el yodo, lo cual puede ser un problema para gente que sufra de tiroides.

Continuamos con la hora de la comida, y como voy corriendo del trabajo a casa, a recoger a los niños… me he comprado esta ensalada preparada que trae hasta el tenedor. Estamos todos de acuerdo en que una ensalada es algo muy sano ¿verdad? Pues sí, pero no deja de ser un plato preparado. Sus ingredientes no son muy frescos y, además, casi todas estas ensaladas vienen para acompañar con salsas y no con aceite y vinagre. Es cierto que, como algo puntual, es una de las mejores opciones pero no un consumo de cierta frecuencia.

De tarde para merendar tengo un café de cápsulas y unos pistachos. La opción no es del todo mala, aunque la recomendación es de unos 7 pistachos por ración, lo cual es casi seguro que me salte. Entonces voy a coger chocolate que tiene muchas propiedades beneficiosas. Sí, es cierto, pero nos pasa lo mismo, la cantidad recomendada es de una onza, y eso es bastante complicado.

Para cenar, como ya estoy harto de todo el día y no tengo ganas de hacer nada, pues me como un bocadillo, un pan integral de masa madre y una lata de atún, sardinillas… En primer, lugar hay que tener en cuenta lo que compramos. Los “panes de masa madre”, en teoría, son todos. La masa madre es la masa que se genera cuando se añaden todos los ingredientes que formarán el pan y que posteriormente se deja fermentar para luego hornearlo. Por ello, estos panes no son los más indicados. El abrir una lata de vez en cuando nos salva en muchas ocasiones y no es una mala opción. Con ciertas precauciones en determinados casos, su consumo puede ser de 2 a la semana.

Ni que decir tiene, que las 5 piezas de frutas y verduras de distintos colores son imprescindibles a diario para cualquier grupo de edad. Importante lo de los 5 colores, ya que el color viene determinado por los betacarotenos que proporcionan distintas propiedades. Además, siempre que podamos debemos aprovecharnos de las frutas y verduras de temporada, ya que nos van a aportan justamente lo que el organismo más necesita en cada momento».

 Carro B. Personas de edad avanzada  

«Pasamos ahora al carro de las personas de edad avanzada. En este grupo de edad tenemos muchas variantes que harán que la alimentación se deba personalizar más, ya que suelen padecer muchas enfermedades y toman mucha medicación. Además, la situación de cada uno no es la misma, encontramos gente que casi no se mueve por los muchos dolores que tiene y otras personas, que a las 8 de la mañana ya están corriendo de un lado para otro con sus nietos, por ejemplo.

Haremos un pequeño estudio de forma general de nuestro carro tal y como hemos hecho con la compra de las personas jóvenes.

Lo normal para desayunar en el descafeinado con leche enriquecida en calcio, y la tostada con mermelada. Eliminar la cafeína es todo un acierto. La leche enriquecida es buena siempre y cuando venga con vitamina D3 que ayude a su absorción y, en el caso de que ya se esté tomando calcio en medicación, es aconsejable revisar las cantidades de consumo, ya que puede ser excesivo. Además, lo que necesitamos es que se absorba, por lo que todos los productos enriquecidos deben contener todos los nutrientes que contienen en los alimentos de forma que se encuentran en la naturaleza. En cuanto a las tostadas, no debemos utilizar pan de molde, el pan sobrante del día anterior es mejor opción. Podemos añadir unas lonchas de jamón york, mermelada light con baja cantidad de azúcar, queso…

A media mañana lo ideal es un yogurt natural con algún fruto seco y trocitos de fruta. A la hora de comer, podemos plantear legumbres o huevos. Una de las mayores carencias de los mayores es que dejan de consumir carne por los problemas dentales que padecen, por ello, los huevos y las legumbres son una buena opción para ingerir proteínas. Comprendo que es difícil hacer un guiso para una sola persona, por lo que las legumbres cocidas en bote de cristal son bastante socorridas.

Para merendar optamos por unas nueces con miel, lo cual es una gran opción siempre que tengamos cuidado con la miel y la diabetes. Y, para cenar algo ligero y ¿con este frío que hay mejor que un caldo casero de pollo?. Pues bien, como opción es buena pero si fuera casero muchísimo mejor. Podemos realizar el caldo y lo que nos sobre congelarlo de forma individual. Lo ideal sería utilizar especias para darle un toque personal con una cebolla, una cabeza de ajo, laurel… Así obtendremos un sabor único y especial.

Recordad siempre que vayáis a hacer la compra en llevar la lista ya preparada y no salirse de ella, además, es preferible ir con el estómago lleno. Y comenzar a mirar las etiquetas de lo que compráis».

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