Comer ultracongelados se ha convertido en la mejor manera de consumir alimentos conservados durante largos periodos de tiempo, manteniendo todas sus propiedades nutricionales. Sobre todo las vitaminas y minerales, que tan fácilmente escapan tras la manipulación de los productos.

Además, esta técnica conserva la textura y humedad de los alimentos, siendo un perfecto aliado en cocinas actuales como la creativa.

Todos conocemos el ritmo de vida que nos impone la sociedad actual: tareas sociales y profesionales que nos impiden ir todos los días al mercado, como hacían nuestras madres y abuelas y tener alimentos frescos continuamente en nuestra nevera. Un problema que queda resuelto con la ultracongelación que, a diferencia de la congelación, no provoca cristales de hielo en los alimentos, y los hacen más sano para el consumo.

Además de que supone una buena manera de preservación de los alimentos, la conservación ultracongelados nos permite consumir alimentos de fuera de temporada en cualquier momento del año.

Cómo cocinar ultracongelados

El proceso de ultracongelación se hace rápido (descenso brusco de la temperatura hasta los -40 grados) aunque luego se procede a la estabilización térmica de los alimentos y se dejan a -18 grados, aproximadamente. Esto implica que, a la hora de cocinar ultracongelados, hay que tener una serie de precauciones para que el producto mantenga todas sus buenas propiedades:

1 – Descongelar poco a poco a temperatura ambiente o en el frigorífico. En el caso de los pescados, es conveniente sacarlos del congelador y dejarlos en la nevera 24 horas antes de cocinarlos. No te olvides de ponerlos sobre una rejilla para que no entren en contacto con el agua que vayan soltando. En el caso de carnes y mariscos, también es conveniente descongelar en la nevera pero sin ponerlos en rejillas.

2 – Freír en abundante aceite hirviendo. En el caso de alimentos procesados como pueden ser las croquetas, no es necesaria (ni aconsejable) su descongelación, es suficiente con meterlos directamente en el aceite bien caliente para que el producto absorba la menor cantidad posible y el interior quede en óptimo estado para su consumo.

3 – Enjuagar en agua fría. Este método es válido tanto para el pescado como para la carne, si queremos consumirlo en el mismo momento en que lo sacamos del congelador. Es importante tener en cuenta que hay que usar siempre agua fría, ya que la caliente puede provocar que germinen las bacterias. Después de mojarlo y quitarle los cristales de hielo, se seca con papel de cocina y se hace a fuego lento en una sartén o una olla.

Conclusiones

Comer ultracongelados es una sana manera de consumir alimentos ya que su método de conservación hace que mantenga sus propiedades nutricionales, textura y humedad, totalmente intactas. Se pueden cocinar de muchas maneras, a gusto del consumidor: descongelando lento, enjuagando el alimento o friéndolo en aceite hirviendo cuando aún está congelado. Escoge lo que más te gusta y disfrútalo con todo el sabor que tiene el alimento original.